Hola, soy María de La Puebla de Castro.
Os voy a contar que hicimos en esta excursión.
Primero los padres nos llevaron a Graus (Al paseo Marítimo) Allí cogimos el
autobús. Nos dirigíamos al Somontano.
Llegamos a las bodegas Lalane, allí había unos profesores esperándonos.
Cuando bajamos del autobús nos sentamos en el suelo a almorzar, cuando
acabamos entramos a la bodega, lo primero que nos enseñaron fué como embotellaban el
vino, tenían un depósito donde guardaban el vino y por una manguera pequeña lo
mandaban a una máquina donde la rellenaban, después le ponían el corcho y la
cápsula, finalmente las etiquetaban.
También nos enseñaron unas barricas que tenían 2000 litros y más, nos
enseñaron también donde fermentaba la uva, en la pared habían como unas
puertas llamadas boca de hombre que es por donde entraban a limpiar el
depósito cuando ya habían fermentado.
Nos llevaron a otro lugar donde se encontraban botellas de vino muy antiguas,
podían llegar a ser desde el 1936. Cuando acabamos la visita a Lalane cogímos
el autobús y nos dirigíamos a Buera.
Ibamos a la Ermita Dulcis.
Allí comimos y cuando acabamos María Jesús nos enseñó La Ermita por dentro.
Cuando ya la visitamos jugamos por ahí fuera.
Después de un rato los de P3,P4,P5,1º y 2º se fueron en autobús, 3º,4º,5º y 6º.
Nos quedamos, hicimos grupos para hacer una Gymkhana, las pistas estaban en
Braille por que tenemos un compañero llamado Eduardo que es invidente.
Las pistas nos dirigían a un pozo de hielo, lo vimos y fuimos al centro de Buera.
Nos encontramos con los compañeros y después una señora llamada María José
nos enseñó el torno de Buera, entramos y nos enseñó un power point sobre el
proceso de las olivas, cuando acabó el power point nos enseñó una película
sobre Félix de Azara que él investigó los olivos del Somontano.
Acabó y puso en marcha las máquinas con las que antes se hacía el proceso
de la oliva.
Finalmente nos dió una tostada pequeña con aceite. ¡Estaba muy bueno!.
Nos fuímos al autobús ya en marcha a Graus y... ¡Bueno, esto es todo!
La excursión no estuvo nada mal la verdad.
Besos, ¡ Hasta pronto !